Dostoievski y su teoría del gentleman[1]

Dostoievski y su teoría del gentleman[1]

Este post também está disponível em: Portugués, Brasil

Doistoievski and his theory of the gentleman

Luis Iriarte[2] (París, Francia)

Resumen: Con el propósito de hablar sobre la adicción al juego, podemos tomar como referencia la novela de F. M. Dostoievski El jugador, de 1866. Este texto será examinado a partir de dos preguntas: 1) ¿Cómo se presenta la dependencia al juego del personaje principal? y 2) ¿Qué relación existiría con la pasión por el juego del escritor ruso?
Palabras claves: adicción al juego, Dostoievski, El jugador, Freud, Lacan
Abstract: With the purpose of studying gambling addiction, we can refer to F.M. Dostoyevsky’s book The Gambler (1866). This novel will be examined from two questions: 1) how is the gambling addiction of the main character described? 2) What relation could exist with the Russian’s writer gambling addiction?
Keywords: gambling addiction, Dostoyevsky, The Gambler, Freud, Lacan

Con el propósito de hablar sobre la adicción al juego, podemos tomar como referencia la novela de F. M. Dostoievski El jugador, de 1866. Este texto será examinado a partir de dos preguntas: 1) ¿Cómo se presenta la dependencia al juego del personaje principal? y 2) ¿Qué relación existiría con la pasión por el juego del escritor ruso?

Al comienzo de la novela, se observa cómo Alexéi Ivánovich regresaba a la ciudad donde se encontraba el general y su familia. Él era el tutor de los hijos del general, quien también tenía una hijastra llamada Polina Alexándrovna. Desde los primeros diálogos entre Alexéi y Polina, se aprecia una relación de amor-odio entre ellos.

Por otra parte, a pesar de que se observa que la pasión por el juego de Alexéi ya se presentaba desde antes de su encuentro con la joven, él vuelve a la ruleta con el propósito de cumplir una misión: ganar una cantidad de dinero para Polina. Sin embargo, dicha misión va quedando olvidada cuando aparece nuevamente la satisfacción que siente al jugar. Alexéi lo plantea de esta manera: “No sé si pensé una sola vez en Polina durante aquella noche. Experimentaba un placer irresistible en recoger los billetes del banco, cuyo monto aumentaba ante mí. […] una sed ardiente del riesgo me invadió de pronto, sin que el amor propio mediase en ello”[3]. Entonces, el placer que siente al recoger el dinero ganado y el surgimiento de esa sed por el riesgo hacen que el amor propio y el amor hacia Polina queden eclipsados durante el tiempo que dure el juego.

Asimismo, Alexéi desplegará una teoría acerca de cómo sería el jugador ideal. En relación con esta teoría, se aprecia que a lo largo de la novela se hace referencia a dos clases de jugadores: por un lado está el gentleman y por el otro nos encontramos con el plebeyo. En lo que concierne al primer tipo, Alexéi lo describe como un jugador que tiene “carácter”[4] es decir, que juega con prudencia y únicamente “arriesga por amor al juego, sólo por placer” [5]. Asimismo es alguien que “debe hacer poco caso del dinero, como si fuese cosa que no mereciera la pena de fijar la atención en él”[6]. Entonces, el gentleman sería aquel jugador ideal que sólo se satisface con el hecho de apostar y que no tiene interés en la cantidad de dinero que podría ganar o perder.

Por otra parte se presenta al jugador plebeyo. A pesar de que Alexéi no lo define directamente, él habla de ciertos comportamientos que tienen las personas durante el juego y éstos se diferencian de las conductas presentadas por un gentleman. Por ello, podríamos decir que el jugador plebeyo se describiría como aquel que se deja llevar por el furor de las apuestas, que juega “sin calcular”[7] y que espera que las ganancias de la ruleta le permitan rehacer su vida.

En este punto nos preguntamos: ¿cómo se relacionaría lo expuesto en El Jugador, con la pasión por el juego que padecía Dostoievski? De entrada, se podría decir que esta teoría del gentleman se observaba también en el escritor ruso. Esto puede leerse en las cartas que le enviaba a su esposa, cuando frecuentaba las salas de juego. Algunas de las ideas expresadas manifestaban esa teoría: “cuando uno es razonable, con el corazón de mármol, frío y con una prudencia sobrehumana, uno puede ganar, sin la menor duda, todo lo que uno quiera[8]”. A pesar de tener esta convicción, Dostoievski perdía rápidamente. El motivo de dichas pérdidas, al igual que Alexéi, era la impaciencia o la falta de prudencia que les hacía arriesgar su dinero o sus bienes. Por ello, tanto el escritor ruso como su protagonista hacían existir a un jugador que presentaba características ideales para ganar en la ruleta, sin embargo ellos no lograban tener el “carácter” necesario para actuar como un gentleman.

Por otro lado, se pueden captar también reacciones similares frente a las pérdidas. Una vez que ya estaban sin dinero, retomaban sus trabajos. Alexéi volvía a trabajar como tutor para alguna familia, en cambio Dostoievski se dedicaba a escribir. Esto último puede leerse en el artículo de Freud[9], cuando señala que a pesar de que el escritor ruso no paraba de jugar hasta dejar todo su dinero en la ruleta, su “producción literaria, nunca marchaba mejor que después que lo habían perdido todo y empeñado su último haber”[10].

Si tomamos en consideración la referencia de Lacan[11], en su Seminario 16, cuando manifiesta que “todo descansa en la simple observación de que lo que se apuesta al comienzo está perdido”[12], se podría decir entonces que Dostoievski necesitaba perder en las salas de juego para poder avanzar en sus creaciones. De igual modo, la amenaza de una pérdida producía un efecto similar. Esto se verifica, por ejemplo, cuando el escritor ruso firmó un contrato con su editor para que le adelantara una cantidad de dinero y en dicho contrato él arriesgaba los derechos de publicación de sus obras[13]. Es decir, que si al final del plazo establecido no le entregaba una nueva novela, perdía -durante unos años- los derechos de sus escritos ya publicados. Es así como logró escribir en menos de un mes la novela El jugador. Por lo tanto, a pesar de que dejaba todo su dinero en la ruleta, Dostoievski nunca perdió esa apuesta en la que estaban en juego sus creaciones literarias.


Bibliografía:
– Dostoyevski, F., El jugador, Madrid: Editorial EDAF, S.A., 2005.
– Frank, J., Dostoïevski: les années miraculeuses, Arles : Actes Sud, 1998.
– Freud, S., “Dostoievski y el parricidio”, Obras Completas, Buenos Aires: Amorrortu, 2004, t. XXI.
– Fulop Miller, R. et Eckstein, F., « Dostoïevski à la roulette », Le Joueur, Paris : Éditions Gallimard, 1956.
– Gutermannn-Jacquet, D., “Los jugadores clásicos y posmodernos”, disponible en: http://www.congresamp2014.com/es/Papers/Papers-000.pdf
– Lacan, J., El Seminario, libro 16, De un Otro al otro, Buenos Aires: Paidós, 2008.

[1] Extracto del texto presentado en la Conversación “Clínica y adicciones” de L’Envers de Paris el 13/04/2015.
[2] Luis Iriarte. Psicólogo clínico, Master en psychanalyse – Université Paris 8 Vincennes-Saint Denis. Doctorando en la Universidad Rennes 2 (Francia).
[3] Dostoyevski, F., El jugador, Madrid: Editorial EDAF, S.A., 2005, p. 205.
[4] Ibid., p. 246.
[5] Ibid., p. 63.
[6] Ibid., p. 64.
[7] Ibid., p. 202.
[8] Fulop Miller, R. et Eckstein, F., « Dostoïevski à la roulette », Le Joueur, Paris : Éditions Gallimard, 1956, p.230.
[9] Freud, S., “Dostoievski y el parricidio”, Obras Completas, Buenos Aires: Amorrortu, 2004, t. XXI.
[10] Ibid., p. 188.
[11] Gutermannn-Jacquet, D., “Los jugadores clásicos y posmodernos”, disponible en: http://www.congresamp2014.com/es/Papers/Papers-000.pdf
[12] Lacan, J., El Seminario, libro 16, De un Otro al otro, Buenos Aires: Paidós, 2008, p. 115.
[13] Frank, J., Dostoïevski: les années miraculeuses, Arles : Actes Sud, 1998, p. 254.
Luis Iriarte

Este post também está disponível em: Portugués, Brasil

Previous Post